Reseña del libro “Técnica y evolución humana” de Lewis Mumford (2012, Pepitas de Calabaza ed., 552 páginas)

Por Ignacio Arce Abarca

Este libro, lanzando originalmente en 1967 y reeditado en 2012 por Pepitas de Calabaza (Madrid, España), es parte de la colección que la editorial realiza sobre la obra de Lewis Mumford, y corresponde al primer volumen del título “El Mito de la Máquina”, siendo la segunda parte el “El Pentágono del Poder” (publicado originalmente en 1970). Lewis Mumford (1895 – 1990), fue un prolífico y multifacético erudito estadounidense que contribuyó notablemente al campo de la filosofía de la historia, del urbanismo y de la tecnociencia, con una actividad literaria de más de 60 años caracterizada por la interdisciplinariedad y rigurosa crítica a la razón instrumental.

En “Técnica y evolución humana”, el autor aborda los comienzos del largo camino del desarrollo tecnológico que ha atravesado la humanidad para alcanzar su estadio contemporáneo de especie dominante y transformadora de la Tierra. Esta obra fue escrita en la etapa tardía dentro de su basta producción literaria, por lo tanto, recoge una serie de conceptos y discusiones que desarrolló con anterioridad en conocidos títulos como “Técnica y civilización” (1934), “Arte y técnica” (1952), “La ciudad en la historia” (1961), entre otros. Así, conceptos como evolución, civilización, técnica y cultura, tienen en “El Mito de la Máquina” un encuentro sintético, lo que aprovecha el autor para expandir su comprensión de lo que denomina como el “maquinismo” y la “megamáquina”.

El libro se estructura en 12 capítulos que abordan en profundidad el tránsito humano desde sus intentos inconscientes por controlar su sentido de abstracción, hasta las primeras formas en las que la “megamáquina”, controlada por un grupo social dominante, fue naturalizada y aceptada por grandes contingentes humanos para realizar trabajos determinados. El libro aborda capítulos como; “La capacidad de abstracción humana” (Capítulo 2), “El don de las lenguas” (Capítulo 4), “Etapas precursoras de la domesticación” (Capítulo 6), “Los reyes, primeros motores humanos” (Capítulo 8), “El diseño de la megamáquina” (Capítulo 9), y “Pioneros de la mecanización” (Capítulo 12).

Para Mumford, el momento en el cual un grupo social minoritario y dominante logró controlar las actividades de grupos mayoritarios subyugados, se liberó una energía inaudita en el desarrollo de las sociedades, dando paso en primera instancia al urbanismo monumental comúnmente encontrado en forma de pirámides realizadas por diversas civilizaciones alrededor de la Tierra. Este acontecimiento, de origen no mayor a 5.000 años (una pequeña parte en la historia evolutiva del Homo sapiens), adoptó la racionalidad de una máquina por la combinación de diferentes partes especializadas y controladas en funciones específicas, con el fin de emplear energía y realizar trabajos, convirtiendo a los grupos humanos operados en un mero elemento mecánico rígidamente estandarizado para la realización de tareas preestablecidas y repetitivas.

A través de las edades esta racionalidad adoptó diferentes formas en diversos territorios, Mumford alude a una “máquina laboral”, a una “máquina militar”, y a la “megamáquina”, donde convergen bajo la racionalidad maquinista los poderes políticos, económicos, tecnológicos y científicos, y cuyo crecimiento violento e imperecedero podemos observar hoy, en palabras del teórico urbano Neil Brenner, en la forma del “urbanismo planetario”.
El autor sostiene que, en la comprensión de este fenómeno prevalece la idea de sobreestimar el progreso material de la humanidad en función de su desarrollo técnico y científico, y de allí se emanan diferentes interpretaciones de la superioridad humana sobre el resto de los animales por su talentosa habilidad para transformar su entorno. Mito común hasta el día de hoy.

Para enfréntalo, Lewis Mumford sostiene que antes de que el ser humano lograse generar una intervención notable en su ecosistema, primero se transformó a sí mismo a través de un largo proceso de canalización de su energía mental producto de su inigualable dotación cerebral, lo que logró construir, con el paso de innumerables generaciones, un campo simbólico cuya expresión social es la cultura, expresando así través de lenguajes, ritos, prácticas y costumbres, su potencialidad psíquica de forma plena, como respuesta a aspiraciones supraorgánicas incontenibles.

Esta obra constituye un cuestionamiento a nuestras presunciones sobre el progreso tecnológico, encontrando una comprensión sensible sobre la comúnmente poco abordada naturaleza humana desarrollada en el transcurso de los primeros cientos de miles de años como especie, forjada por la inclinación a conformar entornos socio-territoriales adecuados, y por la espontaneidad frente a los estímulos de la naturaleza y a los ritmos siderales. Perder de vista esta acumulación de prácticas y saberes inmateriales provoca la sobrevaloración de los aspectos materiales para interpretar la historia, los ciclos socio-políticos y los aspectos que envuelven la cotidianidad, distorsionando la idea de “lo humano” y su bienestar social.

En el segundo volumen de esta obra, “El pentágono del Poder” y que fue también editado por Pipitas de Calabaza, Lewis Mumford profundiza en la evolución de la “megamáquina” hasta la edad contemporánea, así como en las consecuencias sociales del estrecho racionalismo tecnológico dominante que ha deshumanizado la naturaleza de nuestra especie, cuyo ritmo ininterrumpido nos haría alcanzar un “punto omega” en el cual la humanidad se separe cada vez más de su origen orgánico. Consideramos que “El Mito de la Máquina” comenzando por “Técnica y evolución humana”, es una obra fundamental para abordar los desafíos asociados al colapso civilizatorio que atravesamos en la actualidad, donde la sobredimensión material de la realidad está ahogando a la humanidad en una miseria insostenible, aplastada por el peso de su propia complejidad.

Notas:
*Tesis sobre la urbanización planetaria (2013). Revista Nueva Sociedad N°243, ISSN: 0251-3552

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