La ecología política debe abrazar la liberación total

Por Pedro Palma Calorio* e Ignacio Arce Abarca**

©Editorial Novena Ola

Imagen de ©Editorial Novena Ola del libro “Ecología Social” de Murray Bookchin (2015).

[…] Hemos visto que el choque de las ideologías tradicionales ha llevado al planeta a la situación desastrosa en que se encuentra, hablo de un colapso. Me refiero al capitalismo de frentón y al socialismo real (tal como lo conocemos). En la práctica han resultado ser hermanos gemelos, porque en el fondo lo que están haciendo […] estos dos sistemas es reducir el planeta a la forma de artefacto […] la relación amo esclavo es la que rige la totalidad de relaciones sociales y las relaciones del hombre con la naturaleza. Habría que partir en otro punto, no en los términos de Marx, sino más bien de Kropotkin que aparentemente comprendió mejor la relación hombre naturaleza […]

Nicanor Parra, 1987 (Entrevista realizada por
Ángeles Caso en el programa de TVE “La tarde”, a propósito de la exposición “Chile vive” en el Círculo de Bellas Artes).

El metabolismo urbano, el capitalismo verde y la ecología política (Fragkou & Urquiza, 2021), han concentrado sus discursos y praxis sobre áreas de investigación definidas y asociadas a; el cambio climático, los desastres, los riesgos sociopolíticos, etc. (Robbins, 2012). Sin embargo, dichas miradas de ecología política siguen siendo “decididamente antropocéntricas” (Springer, 2021, p. 3) y jerarquizadas, las cuales no han logrado incorporar del todo la concepción del espacio geográfico y la relación biunívoca que el ser humano establece con él (Reclus, 1894). Tampoco han abordado los problemas revisitados por la interseccionalidad de los estudios feministas y decoloniales, referentes a la concatenación de los sistemas de dominación y la violencia ejercida sobre los cuerpos marginales, donde también destacan entre ellos los animales no humanos (White, 2021). La propuesta en tal sentido es mirar las prácticas prefigurativas del anarquismo (acciones directas) y avanzar hacia una ética de la liberación o hacia una ecología de y para la liberación total (Springer, 2021), que incorpore dichos señalamientos.

El trabajo de la ecología política (desde su corriente marxista) con la propuesta de Swyngedouw (1999) sobre metabolismo perpetuo, asociado a que el “mundo natural está cruzado por las interacciones químicas, físicas, sociales, económicas y políticas” (Springer, 2021, p. 5), ha centrado su foco analítico sobre las relaciones de poder, y de cómo el hombre con sus instituciones, en un continúo histórico, plasman en el espacio patrones socio-ecológicos desiguales (Swyngedouw, 2018), usufructuando de la naturaleza en los procesos de (re)producción del capital (Kaika & Swyngedouw, 2013). Sin embargo, dicha mirada, no extiende su pensamiento explícitamente hacia la vida de los animales no-humanos (Springer, 2021), evidenciando una ecología que no incorpora dentro de la matriz de violencia del capitalismo los cuerpos marginales y la justicia social transespecie (White, 2021).

El foco centrado desde lo humano para comprender el conjunto de interrelaciones entre todo lo vivo y lo no vivo comprendido, contribuye a una oquedad en los planteamientos críticos de orientación marxista, debido, desde nuestra perspectiva, a tres razones principales; 1) existe un análisis focalizado en la clase, lo que significa que no adquiere una mirada integral sobre los patrones de opresión e interseccionalidad que define la dominación (Springer, 2021); 2) centra al hombre como autoridad interviniente de la naturaleza, a pesar de que tal autoridad “emerja directamente de la dominación del hombre por el hombre” (Bookchin, 2004, p.4), y 3) hay una mirada mecanicista de los animales como criaturas sin inteligencia, carentes de conciencia y de sentimientos.

Si bien, es importante destacar los aportes de esta corriente, (Swyngedouw, 2010; 2018) está no dejan de poner foco e ímpetu en la supervivencia de la raza humana, a través del dominio “equilibrado” de los elementos geográficos existentes en el espacio, desnaturalizándolos, tecnificándolos, y reduciéndolos a artefactos (Han, 2019). Algo que ha sido evidenciado por los movimientos ambientales contemporáneos con un relieve prominente en América Latina, motivados por los giros ecológicos y territoriales, y sin establecer contacto epistemológico concreto con la filosofía anarquista, abogan por el reconocimiento de una pluralidad de agentes que se unen en una solidaridad clave entre todo lo vivo y lo no vivo (Rivera-Cusicanqui, 2015; Springer, 2021).

Tanto E. Reclus (1894) con su idea de “el hombre es la naturaleza que toma conciencia de sí misma” (p, 32), expresión de un proto giro afectivo en la comprensión y estudio de la naturaleza (Springer, 2019), como P. Kropotkin (1902) con la noción de la “ayuda mutua” y la extraordinaria diversidad de ejemplos extraídos para graficarla a través de sociedades animales y la historia social , sentaron (un siglo antes) las bases de un entendimiento amplio e integral entre el mundo humano/no-humano, y la Tierra. Plantearon que el mundo social de la humanidad y natural como inseparables. Abogaron por una geografía más que humana, y por una ecología total que buscaría demostrar que los seres vivientes y el mundo abiótico son parte de un ensamblaje planetario de interdependencias en continua construcción.

Entonces, abrazar la libertad total desde el anarquismo y sus postulados en tono ecológico, obliga a pensar, por lo menos, en tres aspectos claves:

1) En territorios liberados de cualquier violencia;
2) concatenados en un continúo tiempo-espacio geográfico, en el cual se abogue, según Pellow (2014) en Springer (2021), por “una ética de justicia y antiopresión que incluye a humanos, animales no humanos y ecosistemas […] anarquismo […] anticapitalismo […] y adopción de tácticas de acción directa” (p. 2), y;
3) promoviendo el diálogo con otros discursos críticos de liberación humana, animal y con la naturaleza relacionados entre sí (White, 2021).
Esto podría contribuir a levantar puentes y alianzas políticas solidarias en contra de la jerarquía, dominación y la insostenibilidad socioambiental (Best et al, 2007) de los territorios y del planeta.

Referencias bibliográficas

Best 2014. The Politics of Total Liberation: Revolution for the 21st Century. New York: Palgrave MacMillan.

Bookchin, M., 2004. Post-Scarcity Anarchism. Oakland: AK Press.

Fragkou, M.C., & Urquiza, A. (2021). Environmental perspectives on cities. En Orum, A., Ruiz-Tagle, J., & Vicari, S. Companion to Urban and Regional Studies, First Edition. John Wiley & Sons Ltd

Han, B-C. (2019). Loa a la tierra. Un viaje al jardín. Herder editorial.

Kaika, M., & Swyngedouw, E. (2013). The Urbanization of Nature: Great Promises, Impasse, and
New Beginnings. The New Blackwell Companion to the City Edited by Gary Bridge and Sophie Watson. Blackwell Publishing Ltd

Kropotkin, P. (1902). Mutual Aid: A Factor of Evolution.

Reclus, E. (1894). La tierra y sus habitantes. La nueva geografía universal.

Rivera Cusicanqui, S. (2018). Un mundo ch’ixi es posible. Ensayos desde un presente en crisis. Buenos Aires: Tinta Limón.

Robbins, P. (2012). Political Ecology: A Critical Introduction. Oxford: Wiley-Blackwell.

Swyngedouw, E. (2010). ¡La naturaleza no existe! La sostenibilidad como síntoma de una planificación despolitizada. Urban, Artículos y notas de investigación, 01, 41-65.

Swyngedouw, E. (2018). Politizando las ecologías políticas urbanas. Investigaciones Geográficas, 56, 153-167.

White, R. (2021). Advancing Trans-species Social and Spatial Justice through Critical Animal Geographies. In: A Research Agenda for Animal Geographies. Cheltenham, Edward Elgar, 183-197.

Springer, S. (2019). Las raíces anarquistas de la geografía. Ciudad de México. Instituto de Geografía UNAM.

Springer, S. (2021). Total Liberation Ecology: Integral Anarchism, Anthroparchy, and the Violence of Indifference. In book: Undoing Human Supremacy: Anarchist Political Ecology and the End of Anthroparchy.

* Geógrafo, Profesor Instructor del Departamento de Geografía UCH, estudiante del Doctorado de Arquitectura y Estudios Urbanos, UC.
** Geógrafo, estudiante del Doctorado en Territorio, Espacio y Sociedad, UCH.

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